Medición del impacto con metodologías rigurosas e innovadoras
Publicado el 06 de abril de 2023
Esta página es parte de la página "Mejorando intervenciones basadas en evidencia"
El PNUD usa diversos métodos científicos para medir el impacto. Los más destacados son los diseños experimental y cuasi experimental que se apoyan en el uso de grupos de control y de tratamiento. El grupo de control (es decir, la base, que no recibe la intervención) sirve de contrafactual ¹ para una comparación válida de grupos con características parecidas en el mismo momento. Con este abordaje, el impacto se puede atribuir a la intervención que se está probando y se puede asegurar que los factores como edad, género y nivel educativo de los beneficiarios no eran responsables del resultado.
En un diseño experimental, se seleccionan aleatoriamente ² los grupos de control y de tratamiento y se integran al inicio de la intervención. Cuando no es posible hacer la selección de forma aleatoria, los gerentes de programas y responsables de políticas pueden recurrir a métodos cuasi experimentales – como un diseño de regresión discontinua, variables instrumentales, diferencias en diferencias y emparejamiento.
Para apuntalar estos diseños es fundamental tener datos accesibles, de calidad, precisos y frecuentes. Si bien las tecnologías (como la teledetección y el raspado de la web) articuladas con mayor capacidad informática generan nuevas oportunidades para recoger y analizar datos, las fuentes tradicionales como encuestas de hogares y datos administrativos siempre tienen una función fundamental en la medición de los resultados de políticas públicas e intervenciones.
Además de la coproducción de conocimientos científicos – que fortalecen el compromiso del país y las capacidades a nivel local – los resultados de evaluaciones causales se pueden incorporar a los programas y así los gerentes de programa y responsables de políticas pueden planificar las intervenciones de manera racional y basada en evidencia.


Referencias
[1] Lo contrafactual es lo que habría ocurrido en caso que no se hubiera llevado a cabo una intervención referida.
[2] En concreto, la aleatorización significa que cualquiera de los miembros del mismo grupo podría haber sido asignado al control o al tratamiento. Esto permite hacer una inferencia estadística en cuanto al efecto causal de la intervención en cuestión.